REVISTA PANENKA
·30 Januari 2025
REVISTA PANENKA
·30 Januari 2025
La nueva Champions League 2024-25 suena como un hit eterno reinventado para una nueva generación, un poco como si los acordes de Bohemian Rhapsody de Queen encontraran un remix contemporáneo que respetara la grandeza del original mientras explorara nuevos caminos. Cada jornada de la nueva fase liga ha vibrado como un crescendo épico, cargado de enfrentamientos que parecieron finales anticipadas: un Liverpool-Real Madrid que llenó los corazones de Anfield, un City-PSG que plasmó la apuesta de los jeques por el fútbol europeo, o un Barcelona-Bayern que significó la revancha del trauma de Lisboa. Este nuevo formato es un himno a la nostalgia de las viejas noches mágicas, pero también un tributo al presente, donde el fútbol, como la música, sigue evolucionando tratando de no perder su esencia. Es la melodía propia de un torneo que nunca deja de sorprendernos.
Por ello, hemos elegido las ocho historias que mejor resumen esta primera fase liga. ¡Vamos a ello!
Si hay algo del fútbol que hace vibrar a los aficionados y aficionadas, son las historias de los equipos modestos. Aquellos que disputan por primera vez la Champions League. En España, en la temporada 23-24, el Girona dejó una huella imborrable quedando tercero en la Liga y certificando, por primera vez, el billete para la máxima competición de clubes europeos. No ha sido una aventura fácil, los catalanes han aprendido que, si fallas, lo pagas muy caro. Pero en la memoria histórica del Girona siempre quedará la primera victoria en el torneo ante el Slovan Bratislava. Larga vida a Míchel.
Si hay un equipo que merece llevarse la etiqueta de equipo revelación es el Stade Brestois. El conjunto francés, debutante en la Champions, se ha clasificado para la próxima ronda gracias a un inicio fulgurante. Las victorias ante Sturm Graz, Salzburg y Sparta de Praha sumadas al empate contra el Bayer Leverkusen en las primeras cuatro jornadas, le dieron alas a los pupilos de Éric Roy. El conjunto galo ha cerrado la segunda parte de la fase liga con tres derrotas ante Barça (3-0), Shakhtar (2-0) y Real Madrid (0-3), y una victoria ante PSV (1-0). Ahora, le esperan PSG o Benfica en dieciseisavos. Un humilde entre los más ricos de Europa.
Si hay un equipo que merece llevarse la etiqueta de equipo revelación es el Stade Brestois. El conjunto francés, debutante en la Champions, se ha clasificado para la próxima ronda gracias a un inicio fulgurante
El fútbol no es un deporte que se rija por las matemáticas. Uno más uno no siempre da dos. Pero lo que ha quedado claro ha sido que, enfrentarse al Slovan Bratislava y al Young Boys, te aseguraba los tres puntos. El conjunto eslovaco, líder en su liga nacional, no ha logrado ni un solo punto. Con 6 goles a favor y 24 en contra, ha cerrado una fase liga para olvidar. Por su parte, el Young Boys ha acabado peor todavía. El conjunto suizo solo ha marcado tres goles y ha encajado 23. Casi nada. Victoria asegurada para los rivales.
¿A quién no le gustan las noches mágicas de Champions? Esas en las que te sientas en el sofá, con tu cena, tu bebida, después de un largo día en el colegio, la universidad o el trabajo, y te dejas llevar por los acordes de una melodía que hipnotiza y despeja la mente. Si ha habido un partido inolvidable en esta fase liga, de esos que hacen vibrar corazones y amar este deporte, es el Benfica 4-5 Barcelona. Una lluvia torrencial de goles, un ida y vuelta constante. Del 4-2 benfiquista al 4-5 azulgrana en el último cuarto de hora. Una oda al fútbol. La remontada de Lisboa quedará en la memoria colectiva de la Champions League.
No ha sido una fase sencilla para el Real Madrid. El conjunto blanco, el más laureado en Europa con 15 Orejonas, no se ha logrado clasificar directamente para los octavos y deberá jugar la fase de dieciseisavos. En territorio francés, los blancos sufrieron su primer pinchazo frente a un Lille que encarnó la vieja historia de David contra Goliat. Jonathan David, el joven delantero canadiense que apenas levantaba polvo en los grandes focos del continente, ajustició al gigante madrileño con una frialdad impropia de su edad. Como la piedra que derribó al gigante filisteo, su gol de penalti resultó certero, dejando al Madrid tambaleándose en la segunda jornada de Champions.
Como un moderno Perseo en busca de su gesta inmortal, Viktor Gyökeres surcó la fase liga de la Champions con la fiereza de quien enfrenta a un monstruo. Su hat-trick ante el Manchester City, una tormenta perfecta de potencia, instinto y precisión, fue el golpe certero que petrificó a los campeones ingleses, dejando boquiabierto al Jose Alvalade. En la última epopeya de Rúben Amorim al frente del Sporting antes de emprender su viaje al Manchester United, el delantero sueco fue el héroe, la figura destinada a grabarse en las leyendas verdiblancas. Como si las botas de Gyökeres estuvieran bendecidas por los dioses del Olimpo, destrozó al City de Guardiola con tres estocadas.
Como un moderno Perseo, Gyökeres surcó la fase liga con la fiereza de quien enfrenta a un monstruo. Como si sus botas estuvieran bendecidas por los dioses del Olimpo, destrozó al City de Guardiola con tres estocadas
Raphinha ha sido la melodía que ha puesto ritmo a la Champions del Barça, un solo de samba que resonó en Montjuïc y subió todavía más el volumen en Lisboa. Con ocho goles, el brasileño ha bailado sobre el césped como quien improvisa: instinto puro, desparpajo y arte. Su venganza contra el Bayern con tres goles fue una batucada feroz, pero su obra maestra llegó en Lisboa, cuando el luminoso reflejaba un 4-4. En el minuto 96, como un verso inesperado en una canción de Quevedo, Raphinha arrancó desde su propio campo, dejando rivales atrás como si fueran acordes menores, para rematar la noche con el gol del 4-5. Fue el broche perfecto: el ritmo brasileño llevado al éxtasis blaugrana. Iluminó al Barça y apagó Da Luz.
Akliouche emergió bajo las luces del Louis II como un cuento de hadas escrito en clave futbolística. El joven prodigio del Mónaco, hasta entonces una promesa en discreto ascenso, encontró en su debut en Champions un escenario perfecto para brillar. Con la elegancia de quien lleva la pelota pegada al alma, dibujó diagonales que desarmaron la defensa ‘culé’ y firmó el gol que desequilibró la balanza en el ajustado 2-1 ante el Barça. Fue una de esas noches donde el fútbol se transforma en poesía: una mezcla de audacia, vértigo y decisión. El desparpajo de Akliouche ha llegado para quedarse. Hay una nueva estrella en Francia. Un jugador que empieza a despuntar en tierras galas. Su debut en la Champions fue inmejorable.
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Fotografía de Getty Images.