Deportivo Cali
·2 Agustus 2024
Deportivo Cali
·2 Agustus 2024
Tras 34 años de dedicación, compromiso y liderazgo, Mercedes Ospina, jefe de fisioterapia del Deportivo Cali, anuncia su retiro, ya como pensionada, de la institución verdiblanca.
El 13 de noviembre de 1990 será una fecha inolvidable para Mercedes, aquel día, pisó por primera vez la Sede Campestre, después de pasar una serie de entrevistas y procesos, fue seleccionada para asumir el reto de ser la primer fisioterapeuta y dar inicio al modelo de esa profesión aplicado al deporte, en especial al fútbol.
“No tengo palabras para describir el agradecimiento que tengo por este equipo, hace 34 años pasé unas entrevistas bastante arduas, tuve el honor de ser entrevistada por el entonces presidente del Deportivo Cali, el Dr. Carlos Arsecio Paz, recuerdo que fue en las oficinas de Harinera del Valle, luego las tuve con quien era entonces el Gerente General el Sr. Heriberto Bohórquez y finalmente les gustó mi perfil y mi motivación e ingresé oficialmente aquel 13 de noviembre de 1990.”
Desde sus inicios, la doctora se destacó como pionera en la implementación de modelos innovadores de fisioterapia aplicados al deporte. En un momento en que la disciplina aún se encontraba en desarrollo en el país, su visión y determinación le permitieron establecer estándares que hoy son referencia a nivel nacional. Gracias a su trabajo, el Deportivo Cali no sólo avanzó en términos de rendimiento deportivo, sino que también se convirtió en un ejemplo de cómo la rehabilitación integral a través de la actividad física de los atletas impacta su salud y recuperación de manera positiva.
“Yo miraba el trabajo de los fisioterapeutas y siempre quise y fue mi sueño crear mi propio modelo. Cuando egresé de la Universidad del Valle, no existía fisioterapia deportiva, fui pionera en trabajar en un club de alto rendimiento y hablar de la fisioterapia deportiva, incluso la universidad me llamó con el objetivo de crear la asignatura, el modelo de estudio y las prácticas para sus estudiantes.”
El amor de Mercedes por el deporte creció desde sus raíces. Su padre, el Doctor José Agustín Ospina, fue el primer entrenador de fútbol FIFA que tuvo Colombia, además, fue profesor y docente fundador del plan de estudios de educación física de la Universidad del Valle. “Al ser entrenador mi padre siempre nos inculcó la importancia de la actividad física e impulsó esa venita deportiva, nosotros (sus hijos) lo acompañamos en ese proceso de su docencia, tuvo como alumnos a Reinaldo Rueda y Juan Carlos Conde.”
“Yo nací en Bogotá, en mi infancia era hincha de Junior por mi madre, mi padre era hincha de Santa Fe. Cuando nos trasladamos a Cali en la década de los 70 íbamos al estadio y me enamoré del Deportivo Cali, su manera de jugar, su hinchada, todo me cautivó, creo que desde ahí siempre soñé con trabajar para esta hermosa institución.”
Y así lo hizo, en 1990 el doctor Gustavo Portela le dio la bienvenida al equipo. Uno de los aspectos más destacados de la carrera de Mercedes ha sido su capacidad para adaptarse a los cambios en el deporte y en la fisioterapia. Con el avance de la tecnología y nuevas metodologías de entrenamiento, supo incorporar estos elementos en su práctica diaria, asegurando que los jugadores recibieran la mejor atención posible. Su enfoque no sólo se centraba en la recuperación de lesiones, sino en la prevención y el fortalecimiento, creando programas que han sido fundamentales para la preparación física de los jugadores.
El impacto de su trabajo se ha sentido no sólo en el campo, sino también en la formación de nuevas generaciones de fisioterapeutas. Muchos de sus alumnos han seguido sus pasos, llevando consigo los principios que ella cultivó a lo largo de su carrera. Su dedicación a la enseñanza y su deseo de compartir conocimientos han dejado una marca indeleble en cada uno de ellos.
“Hoy, hago retrospectiva de lo que han sido estos años y sin duda me siento agradecida y feliz de haber podido realizar mis sueños profesionales y personales también. Ahora me doy cuenta que las cosas si son posibles, uno a veces cree que no puede, pero yo quería hacer algo nuevo en mi medio, crear mi modelo, quería promover la actividad física en mis pacientes, y gracias a Dios llegué al sitio donde me permitieron lograr todos mis ideales, las ganas y la motivación de uno querer ser diferente lo lleva a consolidar esos deseos, y por supuesto, es importante no parar de estudiar, de formarse.”
Su familia, fue clave en todo su proceso como profesional, su esposo Gustavo Ortiz y sus hijos Laura Valentina y Nicolás fueron un apoyo fundamental para ella. “La labor de mi esposo fue impecable, un coequipero maravilloso, a pesar del poco tiempo que muchas veces tenía para dedicarles, se puso la 10 en todo sentido. Mi hijo Nicolás hoy trabaja como formador en la Academia, un apasionado del fútbol y del Cali que hoy también está cumpliendo sus sueños.”
34 años dan para muchos recuerdos y momentos vividos. Pero para Mercedes, aquel 13 de noviembre de 1990, el campeonato logrado en 1996 luego de tantos años sin conseguir un título y la consecución de la décima en 2021 son sus top 3 momentos que rescata de tantos que compartió durante sus años de labor.
Hoy, se cierra un ciclo en su vida, pero se abren nuevas experiencias por vivir y sueños por realizar. “Ahora quiero dedicarle mucho tiempo a mi familia, a mis hijos, poder viajar, me encanta viajar y conocer lugares nuevos, pero también seguiré mi profesión a través de mi Centro de Rehabilitación Fisiodeportiva ubicado en el barrio El Limonar donde el público puede acceder a mis programas y modelo de trabajo.”
El legado de la doctora Mercedes deja una huella imborrable y un desafío para las generaciones venideras de fisioterapeutas. Son 3 las cosas que ella se lleva por siempre en su corazón, la primera, es la grandeza del Deportivo Cali, la segunda, la gran familia de trabajo que se construyó a lo largo de estos años, personas que trabajan con tanta dedicación y amor por esta institución, y, por último, a grandes compañeros y amigos que formó.
“Para finalizar, quiero hacer un reconocimiento especial a mi familia, a mi madre Doña Blanca, a mis hermanos, mi esposo y mis hijos, al doctor Gustavo Portela, mi amigo. También quiero recordar al Doctor Humberto Arias, nuestro eterno presidente, ahora con el legado de su hijo Humberto, creo que tanto él como el Comité Ejecutivo han logrado volver a unirnos y a generar esos espacios de confianza y bienestar que nos van a ayudar a salir adelante a pesar de la dificultad. A todos los fisios, los profes, y al personal de oficios varios infinitas gracias. A los jugadores y especialmente a los canteranos, espero que sigan enalteciendo a nuestra institución, ustedes que son la razón de ser de este club. A todos los llevaré por siempre en mi corazón.”