IAM Noticias
·8 Maret 2025
“¿Por qué no entrenar a otro equipo de La Liga…?”

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·8 Maret 2025
Xavi Hernández se sincera en una entrevista en France Football en la que habla de sus momentos en el Barça, su futuro como técnico y sus ideas como entrenador.
Xavi Hernández concedió una entrevista a ‘France Football’ en la que es su primera comparecencia pública tras salir del Barcelona. El exentrenador culé hizo repaso de su etapa en el Barça, con algunos nombres propios, y de su presente y futuro más inmediato.
También habló sobre lo que puede ser su futuro próximo en los banquillos. “No tengo nada prefijado, estoy abierto. ¿Por qué no entrenar a otro equipo de La Liga? Busco un proyecto ilusionante, tengo la ambición de ganar trofeos. Este es el objetivo principal. Estaré escuchando las diferentes ofertas”.
“Me gusta ver a los equipos que juegan a la pelota de una forma u otra. Entrenadores como Pep Guardiola (Manchester City), Arne Slot (Liverpool), el Bayern de Múnich de Vincent Kompany, Pero también los campeonatos de Qatar, Arabia Saudí, Portugal…”, comenta. Quiero que mis jugadores se diviertan, desarrollen un fútbol atractivo para la afición y ganen títulos. Quiero ganar la Champions, la Eurocopa, el Mundial…”.
Igualmente, se refirió a la posibilidad de dirigir en el fútbol francés: “Esta temporada vi principalmente a los clubes franceses competir en la Liga de Campeones (Paris-SG, Brest, Mónaco y Lille) y también al Olympique de Marsella. Es difícil competir con el PSG, que tiene un proyecto maravilloso y un equipo extraordinario… Es interesante ver qué soluciones intenta encontrar Luis Enrique contra el bloque bajo, con una posesión muy favorable en la liga local”.
Xavi también habla de sus ideas futbolísticas. “Cruyff me marcó muchísimo, para mí el fútbol es ante todo un juego. Por supuesto que el objetivo es ganar, pero eso es algo natural si juegas bien y te diviertes en el campo. Mi filosofía se basa en cuatro P: la presión por recuperar rápidamente “nuestra” pelota, porque debemos asumir que es nuestra; la posesión, porque si no tengo el balón el 90% del tiempo, sufro; la posición: cada uno ocupa un área y sabe dónde está su compañero; y la percepción, es decir entender el juego y anticiparse para tomar las mejores decisiones. Incluso añadiría una quinta P: la pasión, porque si el jugador se siente realizado, experimentará el éxito de forma más natural”.
Para Xavi, la función de entrenador le vino dada por la forma en la que siempre vio el fútbol: “La Masía y mi posición en el centro del campo me dieron una ventaja: siempre vi el fútbol como un todo. No pensaba sólo en defender o atacar, sino en construir. Estaba planificando el funcionamiento general del equipo. Para mí, los mejores entrenadores son los excentrocampistas: Pep Guardiola, Louis van Gaal, Carlo Ancelotti, Xabi Alonso, Mikel Arteta… El Barça ya había venido a buscarme dos veces antes de la llamada de Laporta, pero todavía no me sentía preparado. Por eso estuve dos temporadas y media en el Al Sadd en las que pude entrenar, probar cosas y ganar títulos”.
“Mi primer año y medio en el Barça fue muy, muy bueno. Tuvimos un buen proyecto con Mateu Alemany y Jordi Cruyff que nos permitió terminar segundos en La Liga, antes de ganar el Campeonato en 2023, además de la Supercopa de España. Luego, los resultados fueron menos buenos. La salida de Jordi y Mateu fue un duro golpe”.
“En retrospectiva, nuestros resultados son muy positivos, porque el club se encontraba en una de las peores situaciones de su historia, incluso peor que a principios de los años 2000. Las expectativas eran muy altas en comparación con mi historia. Mi profundo apego al Barça a veces no me hacía ningún favor, quizás a veces era demasiado sentimental, pero esta aventura fue un verdadero aprendizaje”, confiesa Xavi.
El catalán hace un balance muy positivo de lo vivido hasta ahora. “Soy un privilegiado, he superado mis sueños de infancia. No importa en qué parte del mundo camine, la gente me para. Me recuerdan mi etapa en el Barça, con la Selección, el título de campeón del mundo. Gané todos los trofeos posibles, me divertí jugando las finales de la Liga de Campeones, las finales del Mundial, la final de la Eurocopa, como cuando era niño y pateaba la pelota por el parque y eso no tiene precio. Es un sentimiento incomparable que permanecerá conmigo hasta el final”.
Xavi reconoce en la entrevista su marcado sentimiento culé: “Nunca olvidaré ese día en el que mi abuelo invitó a toda mi familia a ir a ver un partido al Camp Nou, con motivo de un trofeo Joan Gamper. Para nosotros el Barça es mucho más que fútbol, es casi una religión. Cuando vi a Bernd Schuster en el centro con su cabello rubio, quedé asombrado. Por su forma de jugar, este estadio, este equipo…”.
Luego le tocó ser jugador del equipo de sus sueños, algo que aún recuerda con emoción: “Cuando me llamó el Barça fue uno de los días más felices de mi vida. A partir de ahí me hice casi profesional, dediqué mi cuerpo y toda mi alma al fútbol: los horarios, la disciplina, la alimentación. No fue demasiado difícil para mí porque en casa éramos bastante estrictos en estos aspectos”.
Una de las personas que le permitió cumplir su sueño fue Louis Van Gaal: “Soy una persona pequeña (1,70 m), ligera, no soy ni poderosa ni particularmente rápida, pero el modelo de juego “cruyffista” correspondía perfectamente a mis cualidades futbolísticas. Mi fútbol se basaba en el pensamiento, en la capacidad de detectar espacios libres en el campo, de identificar zonas donde había menos oponentes para atacar. Así que estaba en el lugar correcto, en el momento correcto. Siento una inmensa gratitud a todos los entrenadores que extendieron esta filosofía de juego y en particular a Louis van Gaal, que apostó por mí y me decía que tenía un talento increíble. Él creía en mí, a veces más de lo que yo creía en mí mismo”.
“La marcha de Luis Figo en el año 2000 fue un duro golpe. Imagínense: fue un poco como si Lionel Messi, en su mejor momento, hubiera dejado el club después de ganar el Balón de Oro. Figo era nuestro capitán, nuestro mejor jugador, y se unió a nuestro eterno rival (el Real Madrid). Carles Puyol, Víctor Valdés, Iniesta, Gabri, como yo, niños del club, sufrimos enormemente. Nos llevó tres o cuatro años levantar la cabeza. Mirando hacia atrás, me digo que viví el peor y el mejor momento de la historia del Barça”, recuerda Xavi.
El centrocampista español fue una de las claves de la recuperación del Barça: “Poco a poco fuimos encontrando cierto orden que se había perdido durante estos años complicados. Al mismo tiempo, se unieron al equipo grandes jugadores: Ronaldinho, Eto’o, Deco, Giuly, Rafa Márquez… Nos permitieron a nosotros, los jugadores del centro de entrenamiento, crecer y encontrar el camino de regreso al éxito”.
Para Xavi, hubo un momento en el que el club hizo clic: “La segunda Champions lograda por el Barça fue un punto de inflexión a nivel personal. Nosotros, los jugadores formados en el club, fuimos muy criticados. Se decía que no teníamos mentalidad para ganar títulos. Fue difícil de escuchar. Después de estos títulos, ya no teníamos límites”.
Xavi cree que la gente de la casa consiguió hacer del Barça un equipo grande: “Hacía dos años que no ganábamos nada, se mencionaba a varios entrenadores: brasileños, portugueses, etc… Luego le preguntaron a Cruyff quién cree que debería tomar las riendas del Barça y él respondió sin dudarlo: ‘Guardiola’.
“Había jugado a su lado y sabía que era un perfeccionista, obsesionado con nuestra filosofía de juego, exigente, trabajador… Estaba convencido de que conseguiría triunfar”. recuerda a día de hoy Xavi.
“Hasta los 24 años me sentí pequeño y frágil. Cuando nos enfrentamos al Liverpool de Steven Gerrard, al Chelsea de Frank Lampard o al Milan de Andrea Pirlo, me decía: ‘Vaya, va a ser complicado’. Pero esa temporada entendí que podía competir con cualquiera y pude llegar a la cima de mi carrera. Tuve un conocimiento total del juego, una condición física óptima y, colectivamente, llegamos a la plenitud. Ese Barça será recordado. Tuvimos la mejor generación de la historia de España, formada en La Masia, con el mejor jugador de la historia, Lionel Messi. No sé si somos el mejor equipo de todos los tiempos, pero solo ser mencionado entre los cuatro o cinco equipos que pueden reclamarlo es un gran privilegio”, considera el gran metrónomo de ese Barça histórico.
Xavi estuvo cerca de los ganadores al Balón de Oro, aunque su máximo puesto fue el tercero: “No me considero mejor futbolista que Lionel Messi o Cristiano Ronaldo, ganadores del Balón de Oro en esos años, para nada. Yo era un creador de juego, pero no tenía la capacidad de decidir un partido por mi cuenta. Estoy orgulloso de haber terminado tercero tres veces (su mejor clasificación en 2009, 2010 y 2011), aunque no se conceda oficialmente un Balón de Bronce. ¡Es una pena, me encantaría que France Football me diera algunos para exhibir en mi museo! (Risas.). Aquella foto con mis amigos Andrés y Leo es histórica, increíble. Para mí, es la victoria de una filosofía, un reconocimiento único de nuestro estilo y nuestra herencia”.
De lo que no hay discusión es el del papel fundamental de Xavi en los logros de la España campeona de Europa y del mundo: “Antes era utópico que un jugador español ganara el Mundial. Era un honor reservado a italianos, alemanes, brasileños, argentinos… Con esta generación 2008-2012 cambiamos esa mentalidad. Antes llegar a cuartos de final ya era un logro. Hoy, si no ganamos, casi parece un fracaso. Cambiamos la historia del fútbol español. Este equipo será recordado por siempre”.
Por supuesto, gran parte del éxito, según Xavi, fue por Luis Aragonés. “Luis nos dio un sentimiento de pertenencia, éramos como una familia dentro de la selección. Estaba feliz de ir a las concentraciones en Madrid. Nos habló individualmente y siguió diciendo: “Ustedes son los mejores. » A mí, a David Villa, a Sergio Ramos, a Andrés Iniesta, a David Silva, a Fernando Torres, a Iker Casillas… Toda esta generación”.
Xavi también recuerda cómo fueron sus últimos días en el club: “En 2014 tenía en mente marcharme después de perder La Liga en casa y vivir un Mundial muy complicado en Brasil con España. Recibí una oferta del New York City y pensé que era el momento adecuado para dejar el fútbol europeo, a mis 34 años. Pero Luis Enrique, el nuevo entrenador del Barça, me dijo: “Quédate, serás capitán y lo ganaremos todo. “Luego me retiré a nivel internacional y tuve un año excepcional, el mejor final de carrera que un atleta pueda imaginar”.
Xavi acabó su carrera como futbolista en Qatar: “Era ante todo un proyecto de vida, en un país más tranquilo, con menos presión. Mis hijos nacieron en Doha y consideramos a Qatar nuestro segundo hogar. También estuve involucrado en los preparativos para la Copa del Mundo y esto me permitió prepararme para ser entrenador. Nos visitaron entrenadores como Massimiliano Allegri, Pep Guardiola y Hansi Flick, participé en conferencias y pude prepararme”.
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