Tomás Roncero se las prometía muy felices con el gol de Mbappé. Así vibró en la radio | OneFootball

Cada año Tomás Roncero inicia las temporadas hablando del triplete del Real Madrid y del Balón de Oro de uno de sus jugadores. Esta vez no era triplete, sino septete.

Excepcionalmente, esta temporada ofrecía al Real Madrid la oportunidad de ganar siete títulos. Se juntaba la última edición de la Copa Intercontinental con el Mundial de Clubes.

Y Roncero no tenía ninguna duda de que el Real Madrid lo ganaría todo. Como tampoco dudaba de que Vinícius sería el Balón de Oro. Ni duda de que  el Bernabéu, "el mejor estadio del mundo", acoja la final del MUndial 2030.

Pero los sueños, sueños son. Roncero sostiene que en el Barça juegan niños y que los niños poco o nada tienen que hacer ante un superequipo como el Real Madrid formado por galácticos.

La cómica celebración de Tomás Roncero

Lo demostró en sus pronósticos en los días previos a la final. Le sirvieron para repetir aquello de que "el Real Madrid no juega finales, las gana" o lo de  "el Real Madrid nunca baja los brazos ni se rinde".

El Real Madrid perdió la final de la Supercopa. Y fue incapaz de crearle peligro a un Barça que jugó más de 30 minutos con diez.

Por eso resulta cómica la celebración de Tomás Roncero del primer gol de Mbappé narrado por la cadena SER.

"¿Quién iba a pensar que el Barça nos iba a meter cinco?"

Una vez más, los pronósticos de Roncero no se cumplieron. Y sus sueños e ilusiones quedaron truncados por la cruda realidad de los "niños" del Barça.

En Madrid se burlan de las transmisiones en clave culé que realiza RAC1. Pero Roncero, subdirector del diario AS, de tirada nacional, no se queda corto en su expresión de júbilo por el 1-0.

No sabía lo que venía después. El Real Madrid dejó al león herido y pasó lo que pasó. Algo parecido a lo que sucedió en octubre en el Bernabéu, por lo que tampoco es novedad.

"¿Quién iba a pensar que el Barça le iba a meter cinco al Real Madrid?"  se preguntaba sorprendido Roncero en El Chiringuito. Ese es el problema, que después del 0-4 siguen igual de gallitos.

El que no lo podía imaginar era el propio Tomás Roncero, famoso pitoniso por sus