Revista La Liga
·7 Maret 2025
Un partido de recuerdo

Revista La Liga
·7 Maret 2025
Los fanáticos del Paris Saint-Germain fueron a ver al club que mejor estaba jugando en Europa. Liverpool, su rival, es líder de la Premier League y el que dominó la fase de liga de la Champions League. Pero se encontraron con uno de los mejores partidos que ha jugado su propio equipo, pero nadie se explica cómo no pudieron ganar un partido que dominaron de principio a fin.
No puede ser que en un partido en el que el PSG generó 27 disparos totales, diez de ellos al arco, en el que tuvo una posesión del 65 % y diez oportunidades claras de gol que fueron tapadas por la figura del partido, el arquero Alisson Becker, se haya quedado sin nada porque el Liverpool fue efectivo y metió la única jugada de gol que produjo durante el partido.
Muchas dirán que así es el fútbol, que no sirve de nada jugar bien, que de nada sirve tener la posesión si no se gana, que los equipos grandes tienen grandes porteros y que esos son los que ganan torneos. Estoy de acuerdo en la mayoría de estas cosas, pero los fanáticos del conjunto parisino tienen que estar muy tristes cuando su equipo fue superior y se quedó sin nada frente a un equipo inglés desconocido con respecto a lo que ha mostrado durante la temporada.
Pero el más triste tiene que ser Luis Enrique. Este técnico logró que su equipo jugara de semejante forma, con un dominio gigante y haciendo ver muy mal a los dirigidos por Arne Slot, algo que nadie había logrado durante esta temporada. El partido que soñó se jugó de esa manera, pero al final no consiguió nada por la falta de efectividad de sus jugadores y porque al frente se encontraron con un señor portero, que sus mejores noches.
El partido fue tan bien planteado por el entrenador español, que Slot hizo algo que nadie se podía imaginar: sacó a Mohamed Salah, su mejor jugador, para tener un mayor control del balón porque no lo había logrado con él. La cara del egipcio fue de asombro, y salió de muy mal humor. Un minuto después el técnico holandés tendría la razón cuando Harvey Elliot marcó en la única jugada de gol que generó su equipo. No sé si el entrenador calculaba que haciendo ese movimiento podía ganar; creo que no había forma que su equipo jugara mejor frente a lo que estaba haciendo el PSG. Pero así es el fútbol y muchas veces no tiene lógica o que vemos.
Lo cierto es que el partido va a quedar en el recuerdo porque Liverpool ganó habiendo sido muy superado en el juego. Se va adelante en la serie y en Inglaterra tratará de cerrar esta serie tan complicada frente a un equipo que no sabemos si pueda volver a jugar con semejante perfección.
Eso sí, espero que el PSG se pueda levantar de semejante baldado de agua fría porque demostró que está en capacidad de enfrentar a cualquier equipo de Europa; no como siempre se dice, que solo está para ganar en Francia. La demostración de fútbol que dio evidencia la capacidad de Luis Henrique para levantar el nivel de muchos jugadores que estaban perdidos y dependían del ritmo que les marcaba Kylian Mbappé.
No les será fácil recuperarse y mantener el ánimo arriba cuando perdieron un partido que jugaron casi a la perfección. Pero, si quieren voltear la eleiminatoria, tendrán que mejorar mucho en la efectividad, pues no es posible tener semejante control, generar tantas oportunidades de gol y no meter una sola.
Ya sabemos la capacidad que tiene Luis Enrique para superar las adversidades. Ojalá que pueda mantener el espíritu de sus jugadores arriba y que en la vuelta puedan replicar ese nivel, pero convirtiendo un gol que les permita igual la serie. Con ese nivel de juego están llamados a grandes cosas y no a quedarse en una ronda tan temprana.
Nos espera otro gran partido, lleno de emociones y de gran fútbol. Ojalá no me equivoque, que podamos disfrutarlo al máximo y que estemos hablando de una de las mejores series que se haya visto en Champions League.