Deportivo y afición, grieta deportiva abierta | OneFootball

La situación en el Deportivo merece, cuanto menos, un pequeño análisis. Hablemos de lo que está siendo la gestión de la plantilla del conjunto de A Coruña esta temporada. A pesar de haber logrado el ascenso el 12 de mayo, con tiempo más que suficiente para elaborar la plantilla. Hablemos línea por línea de la confección del equipo gallego.

El entrenador, primera piedra del proyecto Deportivo

Si bien no parecía que existiesen problemas al principio de temporada entre Idiákez y la dirección deportiva, tras su salida se demostró que no todo era un camino de rosas. Los roces existían. Tras la destitución del guipuzcoano, se detecta la primera actuación cuestionable. Y es que surgió un listado de nombres para su relevo. Todos de diferentes estilos de juego. Y, alguno, incluso dijo abiertamente que había rechazado la oferta.

Tras este sinsentido, se destituye al ‘míster’ un 28 de octubre. Y se oficializa a Gilsanz (entrenador del Fabril que ya estaba en casa) un 5 de noviembre. Como mínimo, poca confianza se percibe en dicha decisión.

La portería, excepción que confirma la regla

Una de las pocas posiciones que mejoró con respecto a la temporada pasada. Y que, además, tiene competitividad entre compañeros. Se cuenta con un gran portero como Helton bajo palos. Eso sí, necesitó que llegara la jornada 3 para firmar a un portero sin equipo.

La defensa, parcela en cierto modo desatendida

Pagó por Petxarromán. Un lateral diestro que venía a hacer crecer la competencia en el lateral a Ximo Navarro. Se presumió incluso en un video de Big Data por el fichaje. Sin embargo, hasta la fecha ni se asoma a poder ser titular. En el lateral izquierdo, no cabía otra cosa que no fuese la mejora. Y es que el lateral titular abandonaba el equipo (Balenziaga). Y ahí llegó Obrador, en forma de cesión. Presumiblemente partía como suplente, pero está teniendo un rendimiento más que aceptable.

El primer espada era Escudero. Un lateral que venía de ascender con el Valladolid, sí. Pero al que una lesión en pretemporada y su posteror recaída hacen quedar mal al director deportivo.

El 10 de enero ya se empezaba a asumir que sería baja prolongada. Pues bien, a día 30 lo único que suena son nombres de jugadores. E incluso rechazos de ofertas de cesión de forma oficial por parte de directivos de otros equipos. Un esperpento. En el tema centrales, simplemente no tocó nada. No fichó a nadie que hiciese crecer la competitividad en el puesto. Ni nada parecido. Ahora mismo, parece que el equipo necesita algún movimiento ahí. Pero las urgencias en otras posiciones lo hacen prescindible.

La medular, un problema para el Deportivo

Se realizan dos fichajes en esta posición, Mfulu y Patiño. El primero hace crecer la competitividad, pero es del perfil que ya tenías en Jose Ángel Jurado. Un jugador más físico pero menos toque de balón. El segundo, por su parte, sale mal por diferentes cuestiones. En este caso, sin embargo, sí que era el perfil de medio creativo que se necesitaba. De las pocas decisiones que la masa social respalda, pese a que sale cruz.

En definitiva, se cubren los dos perfiles. El defensivo, con Jurado y Mfulu. También con un jugador que te aporta presión y defensa hacia delante, como es Villares. Y un organizador que no funciona, Patiño. Porque con el otro, ni se cuenta ni se contaba la temporada pasada: Hugo Rama).

El Deportivo se presenta en enero conociendo la situación. Y, aún así, no firma aún a un organizador. Y no sólo eso, sino que a estas alturas no se espera que firme. La única alternativa, a la fecha, se basa en tratar de recuperar un jugador que cediste en verano al Barcelona Athletic. Y pagando para ello. ¿Qué podría fallar?

El problema capital de la mediapunta

Es la más completa. Y, a la vez, la que ya tenías cubierta con Mella, Yeremay y Soriano. A ellos, se les suma Gauto, que parece contar algo. Davo, que no cuenta y parece que su marcha está asegurada. Y Herrera, que dejó de contar para Gilsanz. Se presenta el problema de Lucas Pérez. Una situación que conocías hacía tiempo. Pero no eres capaz de encontrar un sustituto. El único movimiento, recuperar a un jugador cedido en el Arenteiro. Uno que, dicho sea de paso y con todo el respeto, no parece ser lo que necesitas.

Consecuencia: vuelta a problemas pasados. Sin competitividad en el puesto. Y, a esto, le sumas el hecho de perder a tu capitán y al lanzador de jugadas a balón parado. Sin alternativa con lo que ello supone en el fútbol profesional actual. A esto, le añadimos que tuvo que remangarse el presidente, Escotet, para retener a Yeremay. Lo hizo con una renovación inesperada para salvar los muebles.

Terrible panorama en línea de ataque

Si en los casos anteriores la situación preocupaba, aquí ya es terrible. Se precipita el 29 de agosto y el fichaje es Bouldini. Además, gastando mucho dinero para un perfil similar a aquello de lo que la plantilla disponía. Algo que, además, termina por empeorar lo presente. Son 4 goles los que suman entre los dos delanteros del Deportivo. En un equipo que, además, destaca por ser de los que más llegadas al área suma.

No es el Deportivo ni mucho menos de los peores en cuanto a estadísticas ofensivas. Faltan recursos. Se carece de ese delantero diferente. Y, sobre todo, falta un gol que estaba claro que Bouldini no iba a traer. Lo decían sus estadísticas. 72 partidos, con 16 goles jugando en Segunda con el Levante. El hecho de que los granota estuvieran deseando sacárselo de encima ya ofrecía una idea sobre el nivel de la operación.

En resumen, demasiados focos sobre la cabeza de Fernando Soriano

El resultado de todo ello es el de la falta de competitividad de la plantilla. En prácticamente todas las posiciones. Partido tras partido se puede observar en la ausencia de alternativas que aporten algo en el césped. En las nulas rotaciones. Se adolece de perfiles diferentes de jugadores que aporten algo distinto. Todo ello, como consecuencia de la falta de reacción ante las carencias de la plantilla. No sólo no se aprovechó el tiempo tras el ascenso. Tampoco ser el tercer mayor límite salarial de la plantilla. Fichajes tarde, mal y arrastro.

Preocupante, a su vez, la aparente ausencia de recursos, de información, de conocimiento mínimo del mercado para la categoría. El hecho de recurrir a traer de vuelta a jugadores cedidos en verano lo demuestra. Además, tan sólo siendo capaz de materializar, hasta la fecha, el de Diego Gómez. Por Rubén López se sigue peleando. Y la vuelta de Chacón se antoja imposible. Sólo la vuelta de Iano Simao al lateral podría considerarse aún más lamentable. No por el jugador, sino por la deficiente planificación.

La situación es reversible, sí. Sin embargo, lo que no se hizo en 30 días, no se espera que se pueda solucionar en cuatro días. Estamos ante un suspenso sin ningún tipo de dudas. Y que deja al Director Deportivo contra las cuerdas y en muy posición muy delicada.