El lado correcto de la historia | OneFootball

Después de más de cuarenta y ocho horas de caer eliminados en la Champions, escribo estas líneas a modo de catarsis personal. Quizás ahora en el momento, un poco más calmado, pero no menos dolido por caer de una manera injusta, en el amplio sentido de la palabra.

Además, titulo este artículo con una frase que no me gusta para nada. Por un lado por quién la dijo, pero sobre todo por qué la dijo. El quién mejor lo ignoro, ya que cada cual es libre de elegir el camino que desee y debe de ser consecuente con las decisiones que toma. Pero esta frase me chirría por todos lados, por el motivo del porqué la dijo, ya que no fue para otra cosa que para hacernos daño, demostrando un rencor, impropio del que sabe ser agradecido.

Quizás es por eso que he cambiado un poco la frase, diciendo mejor el lado correcto, en lugar del lado bueno de la historia.

Y es que tras la eliminación, creo firmemente que los colchoneros, estamos en el lado correcto de la historia. El lado del que lucha contra un gigante que no tiene reparos en usar todos los medios a su alcance para salir airoso. El lado correcto de la historia, pero estar en el lado del que busca ganar de una manera justa y limpia, ante gigantes que hacen que la lucha sea desigual e injusta.

Todos quedamos dolidos, por el hecho de caer eliminados, por tener el sueño roto de ganar la Champions este año, por el rival y por la manera de caer. Y es que más allá de sentirnos robados y ultrajados en nuestra propia casa, lo cierto es que cada vez que caemos (o el Madrid nos roba), alguien en el cielo crea una manera cada vez más imaginativa de dejarnos boquiabiertos a la afición del Atleti.

El guionista del destino se devana los sesos año tras año, para superarse una vez más, cual guionista de Hollywood en busca de un ansiado oscar. Es cierto que Julián solo toca una vez el balón, que fue gol legal y que eso cambió el sino de la tanda de penaltis, pero una vez terminó todo y caímos, no podía por menos, que acordarme de otras maneras imaginativas de caer, en años anteriores.

Para empezar la de este año. Mira que ha habido penaltis con un resbalón del lanzador, que después de haber sido gol, no se revisa para comprobar si le da una o dos veces (a menos que sea excesivamente claro, como en una ocasión entre el Leicester y el City), pero ahora sí que se revisa y en menos de diez segundos se resuelve, lo que a día de hoy, todavía más de medio mundo no ha sido capaz de ver.

Eso no es todo. La diosa fortuna, tantas veces esquiva para nosotros, también tenía pensado en condenar a Marcos Llorente, con un lanzamiento al larguero, que de haber entrada habría dejado equilibrada la tanda de penaltis y también al bueno de Oblak, que tras para el lanzamiento de Lucas Vazquez, casi hace lo propio con el de Rudiger, que se le termina escapando de las manos.

Y no puedes dejar de pensar que ya lo has visto todo, la misma sensación que tuve cuando caímos en la fase de grupos, incapaces de ganar al Leverkusen, a pesar de tener un penalti a favor, volviendo los jugadores de la caseta (con el tiempo cumplido) y fallando de una manera inexplicable, incluso con rechaces que nos dejaron los ojos como platos.

Y se te viene a la mente la eliminación ante el City, a pesar del tremendo partido de vuelta en el Metropolitano, la eliminación en el Calderón ante el Madrid en 2017, cuando remontar un 3-0 de ida, parecía una quimera posible, o la final de Lisboa.

Evidentemente no hablo de la de Milán, porque ese capítulo entra más en el de robos históricos, como el de hace dos días, no en el de infortunios.

Pero entre unas cosas y otras, lo cierto es que el guionista de nuestras eliminaciones europeas se supera año tras año.

Pues entre infortunios y robos (a partes iguales), me quedé con un sentimiento de orgullo por el equipo, más del Atleti que nunca. Con un sentimiento creciente de ser del Atleti por quienes somos, por que representamos y queremos transmitir y no por lo que tenemos.

Más del Atleti que nunca, sin lugar a dudas.

Después de ver el partido y empezar a escribir la crónica, mi mujer se me acercó y me dijo con cariño… “esto no puede ser sano”.

Me había estado viendo delante de la tele todo el partido, andando de un lado a otro, en silencio y soltando algún que otro gruñido, gritos y saltos, con el penalti errado de Vinicius, con el robo a Julián y al Atleti, etc.

Yo le contesté que estaba bien, y me salió de dentro decirle que estábamos en el buen camino y que la ganaríamos pronto. Me preguntó que era para mí pronto, a lo que le contesté que en menos de tres años (temporadas), la ganaríamos.

No sé si eso se cumplirá, hoy tampoco me importa demasiado si la orejana termina cayendo o no (creo que sí), pero lo cierto es que creo que estamos en el buen camino. Incluso en esta temporada, a la que le faltan tres títulos en juego.

Creo que estamos en el buen camino para hacer historia. Eso el tiempo lo dirá, pero lo que es seguro es que mi sentimiento de amor hacía el ATLETICO DE MADRID, me hace sentir que ESTOY EN EL LADO CORRECTO DE LA HISTORIA.