Acepta irse del Barça… pero con la cartera bien llena. 'Manos arriba. Esto es...' | OneFootball

Clément Lenglet vuelve a ser un quebradero de cabeza para el Barça. El central francés, que no entra en los planes de Hansi Flick, ha mostrado su disposición a abandonar el club este verano. Aunque su contrato finaliza el 30 de junio de 2026.

La trampa de Lenglet

Pero, como es habitual en las operaciones de salida del club culé, hay una trampa: Lenglet quiere irse, sí… pero cobrando hasta el último euro.

El jugador ya conoce el interés del Atlético de Madrid, que ve con buenos ojos incorporarle en propiedad a bajo coste.

El problema, como casi siempre en estos casos, no está en el club comprador sino en el jugador. Lenglet exige al Barça cobrar el año de contrato que le resta, o bien una indemnización equivalente, antes de hacer las maletas.

Operación ruinosa

Lenglet se ha convertido en uno de los muchos ejemplos de fichajes fallidos del pasado reciente del Barça. Llegó del Sevilla en 2018 por 35 millones de euros y, tras un arranque prometedor, su rendimiento se fue desinflando hasta quedar relegado. Ni con Xavi ni ahora con Flick se le contempla como pieza válida para el nuevo proyecto.

Tras cesiones sin éxito en el Tottenham y Aston Villa, ahora Lenglet vuelve a aparecer en la plantilla azulgrana como un problema contable. Tiene un salario elevado (casi 14 millones de euros brutos) y el club necesita liberarse de su ficha urgentemente para poder inscribir nuevos fichajes. Sin embargo, su postura inflexible lo convierte en una piedra más en el camino.

El Atlético, interesado… pero no a cualquier precio

El Atlético de Madrid, que busca reforzar su defensa con operaciones de bajo coste, ha tanteado su entorno. Simeone valora su experiencia y versatilidad, pero no está dispuesto a asumir una ficha millonaria. Por eso, el Barça tendría que compensar a Lenglet para facilitar su salida, un escenario que desde los despachos de Laporta ya consideran inevitable.

Desde el entorno del jugador lo tienen claro: no se irá perdiendo dinero, aunque eso implique bloquear su salida. Una posición que enfada a la dirección deportiva, que ve cómo operaciones necesarias para rebajar masa salarial vuelven a atascarse.

Lenglet no quiere facilitar nada

En resumen: Lenglet se va del Barça, sí, pero solo si el club paga por dejarle marchar. Laporta ya conoce el precio del finiquito:  6 millones de euros netos.

Un nuevo caso que refleja los errores de planificación del pasado y que pone de manifiesto los retos económicos que siguen lastrando al club. Laporta y Deco lo saben: si quieren construir un Barça competitivo, primero hay que deshacerse de  los que solo suman en las cuentas… y restan en el campo.

Laporta no tiene intención de ceder. Son muchos los negocios ruinosos que se han hecho con el Atlético de Madrid: David Villa, Luis Suárez, Memphis Depay, Griezmann... Lenglet no será uno más.

Además, Deco sabe que para Simeone Lenglet es el mejor central de su plantilla. El Barça no cederá y no está por la labor de regalarle.