Batacazo y adiós al factor cancha | OneFootball

El Obradoiro cae en el segundo envite ante Palencia tras una segunda mitad rocambolesca que manda la serie empatada a tierras castellanas

El viernes se coqueteó con la derrota y el domingo se confirmó. Cayó el Obradoiro en Sar de forma estrepitosa y ahora está obligado a ganar un encuentro en Palencia para que la serie retorne a Santiago. Y, es que, los castellanos demostraron quererlo más o, al menos, tener el camino más claro en su plan de partido. Luis Gil retocó lo necesario para, en las menos de 48 horas entre medias, ganarle la partida de ajedrez a Félix Alonso y colocar las tablas. Eso sí, fueron dos caras muy diferente.

El día y la noche del Obradoiro

El acierto desde las esquinas, fundamentalmente por parte de Micovic, y la buena movilidad de balón de la primera parte se transformó en un averno insuperable en la vuelta de vestuarios. La intensidad defensiva de Palencia hacía de los bloqueos indirectos del Obradoiro una nonada. Ni Davison ni Barcello disponían de ventajas y los balones siquiera llegaban en condiciones a los interiores. ¿Las consecuencias? Trece pérdidas y nueve puntos en contrataque, de esos que se denominan gratis, para los palentinos.

«El clinic de la segunda parte en saber estar y lo que hacer en cada momento«, en palabras de Luis Gil, fueron lo que llevaron a su equipo a asaltar Sar. Y, es que, Palencia supo «jugar más perros», quizás no tan bonito en ocasiones, pero concienciados de que en unos playoffs nadie regala ni la hora. Supieron cerrar la única vía de peligro generada por el Obradoiro en los triples y, una vez los frenaron, los de Félix Alonso se quedaron sin ideas. Colapsados, nerviosos por la situación, se ahogaron a principios del último cuarto.

Fuente: Redes Sociales `X´ del Obradoiro

Lo ganó desde la defensa Palencia, pero también funcionó en ataque. Krutwig dio un paso gigantesco respecto al viernes, plantándole cara a Balvin e, incluso, ganándole la contienda particular por momentos. Preavisados de lo que Kunkel es capaz, brillaron a su vera Borg y Wintering. Los porcentajes del sueco, con 6/9 desde la línea de tres, siguen siendo una bombona de oxígeno extra y recurrente para un equipo coral. Su rotación, más corta que la de los picheleiros, no parece afectarles en exceso en el apartado físico.

La serie se va a Palencia

Se esfuma, así, el factor cancha que mantuvo de forma milagrosa el Obradoiro en Tizona. Un privilegio, cotizado en una serie que destaca por su paridad, que les tocará recuperar sino quieren irse de vacaciones mucho antes de lo que les gustaría. Para ello, el técnico leonés apunta a que «tenemos que aprender de los errores que hemos cometido, empezando por el entrenador y siguiendo por el resto. El partido de hoy hubiera dado igual perder por un punto que perder por 13. Lo que no podemos hacer es trasladar esas sensaciones que hemos tenido en el tercer y en el último cuarto al partido del viernes«.

Pese a ello, se mostró muy optimista de cara al futuro más reciente: el duelo del próximo viernes a las 20:00. «Los playoffs son una montaña rusa. Sabíamos que esto es una circunstancia que podía pasar. He jugado unos cuantos playoffs y pasas de la alegría a la preocupación. Seguimos necesitando ganar tres partidos y ahora en Palencia, al menos, hay que ganar uno. Vamos el viernes a ir a por él. Hay que tener mucha serenidad en momentos como estos y que no cunda el pánico, no ponernos nerviosos. El partido del viernes va a ser otra historia completamente diferente», sentenció.

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