Camp Nou, Montjuïc o Wembley: Florentino informa a Laporta sobre dónde quiere jugar | OneFootball

Si no se ven antes las caras en la Champions League, algo que es muy factible, Barça y Real Madrid disputarán el segundo clásico de LaLiga el 11 de mayo. ¿Dónde?

Una cosa está clara: No será en el Camp Nou. La seguridad invita a evitar riesgos innecesarios con la afluencia del público en un recinto que estará patas arriba.

El Barça no jugará en el Camp Nou hasta el Gamper en agosto

Aunque la directiva de Laporta mantiene el interrogante, el Barça no jugará en el Camp Nou hasta el próximo Gamper en el mes de agosto. Para entonces se espera que la parte antigua del estadio, la primera y segunda gradería, estén acabadas y listas para albergar al público.

El Camp Nou no está para clásicos | El País

Las obras continuarán entonces para culminar la tercera gradería y el voladizo que cubrirá el cien por cien del aforo.

Jugar en el Camp Nou antes de concluir la presente temporada significa  poner en riesgo a los abonados. Y también retrasar el ritmo de las obras para que puedan concluirse en agosto.

Descartado el Camp Nou, quedan dos opciones: Montjuïc o un escenario en el extranjero.

En abril se acaba el permiso solicitado por el FC Barcelona al Ayuntamiento. Pero no sería de recibo que el consistorio barcelonés se cruzara en contra de los intereses del Barça. Y además, por un recinto que sin el uso del club blaugrana está condenado de nuevo a la ruina.

Los Rolling Stones no son un problema

Por otra parte, los anunciados conciertos de los Rolling Stones no tienen todavía fecha fijada  y pueden adecuarse a las necesidades del Barça, que necesita el estadio el 11 de mayo. Eso no sería problema.

La otra alternativa sería jugar en un estadio extranjero. Wembley en Londres y Le Velodrome en Marsella son los máximos candidatos. Uno por su aforo (80.000 plazas) y por el significado que tiene para el Barça haber ganado allí la Copa de Europa de 1992 y la Champions League de 2011.

Le Velodrome, en Marsella, tiene a favor los 340 kilómetros que separan Barcelona de Marsella, una distancia parecida a Valencia o Zaragoza, lo que permitiría un desplazamiento masivo de aficionados.

Jugar en el extranjero tendría un coste añadido para el FC Barcelona hacia sus abonados, los 27.000 que siguen pagando su carnet. Han pagado por ver todos los partidos de Liga, Copa y Champions League. Y quedarían privados de ver el clásico, el partido más importante, ni en Montjuïc ni en el Camp Nou.

Lo que dice Florentino

El club se vería obligado a participar en los gastos de viaje y estancia porque ellos han pagado por adelantado para ver este partido.

La cuestión es que si complicado es jugar en el Camp Nou, más complicado aún es jugar en el extranjero. Por ello Montjuïc sigue siendo el escenario favorito para albergar el clásico.

El Barça ganó la Champions League en Wembley en 2015 | Getty Images

Entre tanto, Florentino Pérez vive en pleno deshielo de sus relaciones con el Barça. Y le ha dado vía libre a Laporta para decidir lo que más le convenga. El Real Madrid acudirá a Montjuic, el Camp Nou, Wembley o donde le digan, sin rechistar.

La opción de un escenario en el extranjero precisa de la aprobación del Real Madrid. Y Laporta la tiene. Además, jugar en Wembley, por ejemplo, sería una ventaja para el Real Madrid que se evitaría el ambiente hostil de Barcelona y disfrutaría de un campo más neutral.

El Barça pone a prueba a la Federación

Por otra parte, además del permiso del Real Madrid, el Barcelona necesitaría el de la Federación. Pero está abiertamente enfrentada a ella por el caso Olmo y por el desaire de su presidente, Rafael Louzán, al equipo femenino del Barça ausentándose de la final de la Supercopa.

La Federación puede ajustar cuentas con el Barça vetando un clásico en el extranjero. Pero también puede  buscar la concordia dando su visto bueno a un tema que en Madrid no se ve nada claro.