Revista MadridistaReal
·04 de janeiro de 2025
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·04 de janeiro de 2025
Los penaltis y el Real Madrid son caminos divergentes. Al menos, durante curso. La última prueba llegó anoche en Mestalla, plaza que conquistaron los blancos en las postrimerías mediante una remontada triunfal (1-2). Pero antes de guardarse en la buchaca los tres puntos, Jude Bellingham marró una pena máxima que había provocado el propio Kylian Mbappé tras ser derribado por Tárrega.
En mitad del nerviosismo por la derrota que se estaba cociendo en las filas madridistas, los capitalinos se encontraron, en los primeros compases de la segunda mitad, con un penalti claro que podría significar el empate a uno. Soto Grado no dudó en ningún momento y… quien emergía con sangre de hielo para efectuar el lanzamiento era Jude Bellingham.
Acostumbrado a caminar por el alambre en momentos de máxima tensión, esta vez el crack inglés escatimó en puntería. En tino. Tanto que, su envío murió en la cepa del palo. Si bien es cierto que Dimitrievski tenía a la hora del disparo los dos pies fuera de la línea de cal, el colegiado decretó que no debía repetirse.
Bellingham, asolado por la situación, instauró un ‘déjà vu’ en la afición blanca, que ya ha visto cómo los suyos han fallado tres penaltis en lo que va de temporada. El primer jarro de agua fría llegó en Anfield de la mano de Mbappé; y el segundo, ante el Athletic Club, tuvo al mismo protagonista al mando de las operaciones. Una lista de fallos que, por el momento, cierra el internacional con Inglaterra.
Después del triunfo agónico en el estadio de Mestalla, Carlo Ancelotti habló acerca de la problemática desde los once metros. «Me molesta que hayamos fallado tres penaltis y creo que tengo que tomar la responsabilidad de decidir quién los va a tirar”, confesó en la rueda de prensa del feudo valencianista.