Versus
·30 de janeiro de 2025
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·30 de janeiro de 2025
A horas de oficializarse la salida de Miguel Almirón del Newcastle y su retorno al Atlanta United, desde el medio inglés The Telegraph, el periodista Luke Edwards rindió un justo homenaje al jugador paraguayo y su paso por el noreste de Inglaterra.
El 'tributo' lleva el título de: "Miguel Almirón fue un arma letal, sin importar lo que Jack Grealish haya dicho"
Por sobre todo, el periodista busca destacar la entrega de "Miggy", el dar la vida por cada pelota, a pesar de sus "limitaciones como un extremo zurdo jugando con perfil cambiado" y que debe ser recordado siempre porque su paso por el Newcastle fu significativo.
"No anotó muchos goles, ni dio muchas asistencias para ser considerado un extremo de élite en la Premier League, pero tenía el ritmo, intensidad y nunca dio menos que todo. Por extraño que esto suene, es algo raro y muy valioso. Un jugador que simplemente amaba jugar. Un paraguayo, cuyo manejo del idioma inglés nunca fue más que el básico, a pesar de haber arribado hace seis años, pero que instintivamente entendió lo que es ser un jugador del Newcastle, en su esencia", expresa uno de los párrafos.
El texto recuerda momentos y la importancia de Almirón desde su llegada de la mano de Rafa Benítez, la posición casi "ultradefensiva" que tenía con Steve Bruce, pero que fue fundamental en la temporada en la que el Newcastle logra la permanencia y lo mencionado, su explosión con Eddie Howe.
Y destaca, por sobre todo, que a pesar de todos estos cambios, el paraguayo nunca se quejó de nada. "Nunca escucharás una mala palabra dicha sobre Miguel Almirón de sus compañeros o el staff. Era adorado en los vestuarios. Nunca tuvo una mala o rencorosa palabra hacia alguien. Nunca se negó o se quejó, ni siquiera en esta temporada, donde fue claro, habiendo rechazado una transferencia al fútbol saudí en el último verano, que ya no estaba en los planes del primer equipo de Howe".
A continuación, el escrito completo traducido al español:
"Miguel Almirón fue un arma letal, sin importar lo que Jack Grealish haya dicho
La ética de trabajo del paraguayo fue admirada por los aficionados del Newcastle, luego Eddie Howe fue capaz de desatar todo su potencial
Mientras Miguel Almirón se prepara para decir adiós del Newcastle United, es el momento ideal de rendir tributo a un jugador que puede que no haya sido el mejor extremo en utilizar la camiseta de rayas blancas y negras, pero ninguno trabajó ni se preocupó tanto como él.
Esto importa más de lo que el fan moderno es capaz de aceptar. Al menos en el mundo divisorio de las redes sociales, donde es más común criticar los defectos de un jugador que elogiar sus cualidades.
Almirón tenía sus limitaciones, especialmente como un extremo zurdo jugando a perfil cambiado, que no podía cruzar el balón con su pierna menos hábil. No anotó muchos goles y tampoco dio demasiadas asistencias para ser considerado un extremo de élite en la Premier League, pero tenía ritmo, energía y nunca dio menos que el máximo.
Por extraño que pueda sonar, esto es algo raro y valioso. Un jugador que simplemente amaba jugar. Un paraguayo, cuyo manejo del idioma inglés nunca ha sido más que el básico, a pesar de haber arribado hace seis años, que instintivamente lo que es ser un jugador de Newcastle, en su esencia.
Como todos, yo ocasionalmente también lo critiqué y me quejé de él durante algún partido. Por ejemplo, aquella vez contra el Milan cuando trató de definir con su pie zurdo cuando debía haberlo hecho con su derecha, permitiendo el despeje del defensor.
O las prometedoras posiciones de ataque desperdiciadas cuando decidía regatear otra vez para su zurda por no confiar en la calidad de su derecha, y las chances perdidas por disparos débiles directos al portero. Pero por 21 millones de libras, un transferencia récord para el club cuando lo contrató Rafael Benítez en enero del 2019, Almirón representó un valor fantástico por ese dinero.
El jugador de 30 años trajo mucha energía al equipo, tanto en modo defensivo como en ataque.
No solo fue un componente crucial del equipo que escapó del descenso por tres años con Benítez y Steve Bruce, fue magnífico con Eddie Howe por dos años. Sin él, Newcastle no hubiese clasificado a la Champions League en el 2023.
Siempre nos dicen que todo lo que los hinchas del Newcastle piden es un jugador que lo intente, que vista la camiseta con el mismo orgullo, la transpire al máximo y se preocupe tanto por el equipo como los hinchas. "Wor Miggy" hizo todo eso y lo combinó con una sonrisa contagiosa que hizo imposible no quererlo, incluso cuando cometía errores.
No escucharás una mala palabra dicha sobre Almirón de sus compañeros o el staff. Era adorado en los vestuarios.
Nunca tuvo una mala o rencorosa palabra hacia alguien. Nunca se negó o se quejó, ni siquiera esta temporada, donde fue claro, habiendo rechazado una transferencia a Arabia Saudita en el verano, que ya no estaba en los planes del primer equipo de Howe.
Fue Howe quien desató todo el potencial de Almirón. Fue un caballo de trabajo confiable con sus dos entrenadores anteriores, llegando desde el Atlanta United en el 2019, pero Howe lo convirtió en un arma letal en la campaña 2022-23.
Contratado como una oferta de paz por el dueño anterior Mike Ashley para pacificar, sin éxito, a un combativo y descontento Benítez, Almirón fue mejor que todos los extremos que ya estaban en el club.
Con Allan Saint-Maximin en la izquierda y Almirón en la derecha, Newcastle tuvo una buena pareja en las bandas con su sucesor, Bruce. Saint-Maximin ganó partidos para el Newcastle con su habilidad y estilo, pero el papel menos llamativo de Almirón fue igual de importante para el equilibrio general del equipo. Saint-Maximin raramente hacía el retroceso, Almirón lo hacía todo el partido.
¿Quién puede olvidar el ruido y los festejos cuando Almirón anotó su primer gol para el Newcastle, sobre el final para ganar a Crystal Palace en su segunda temporada en el club? ¿O los dos que convirtió de visitante ante el West Bromwich Albion por la FA Cup cuando Bruce estaba bajo presión?
De cualquier manera, fue Howe el que llevó su juego a otro nivel en el 2022. Por 18 meses más o menos, Almirón fue magnifico.
Insultado el verano previo por Jack Grealish, quien se burló de su compañero del Manchester City Riyad Mahrez diciendo que su actuación fue tan mala que "jugó como Almirón", durante su festejo de campeonato, Almirón respondió con altura.
Anotó en un dramático 3-3 ante el City en agosto y otros dos ante el Fulham, que incluyó un contendiente a 'Gol de la Temporada', una volea de aire desde un ángulo cerrado, que trajo a la memoria el famoso gol de Paolo Di Canio con el West Ham.
Convirtió 11 goles en esa temporada y formó una sociedad letal en el costado derecho con Trippier. La mayor parte del fútbol del Newcastle se desarrollaba en ese lado del campo, tan efectivos para hacer daño a los rivales.
Almirón se perdió la mejor chance del Newcastle en la derrota ante Manchester United en la final de la Copa de la Liga en esa temporada, pero fue una parte integral del mejor equipo del Newcastle de los últimos 20 años. La gente necesita recordar eso y, lo más importante, respetarlo por eso.
Así como nadie nunca olvidará el gol convertido al París Saint-Germain, el primero crucial del Newcastle en su primer partido en Champions League en dos décadas, que inició el 4-1 que azotó a los campeones franceses. Solamente eso debería ser suficiente para asegurarle un reconocimiento cada vez que retorne a Tyneside.
El tiempo de Almirón en Newcastle finalizó, está rumbo a Atlanta. Él es mayor y el club está evolucionando. Hay mejor jugadores en su posición que el Newcastle intentará contratar en el verano.
Pero si algún jugador se merecía una ovación de pie en Southampton el fin de semana pasado, acompañado de sus compañeros y enviado al frente por Howe para escuchar su nombre siendo coreado una y otra vez, ese es "Wor Miggy". “La la, la, la, la, la, la, la Miggy Almiron, Almiron, Miggy Almiron...”
Las defensas probablemente nunca hayan estado aterrorizados o, justamente, prendidos fuego (lo dice en relación a un clásico cántico de cancha inglés en el cual para elogiar a un delantero se menciona que está "encendido" y que los defensores rivales están con miedo), pero Newcastle ganó los partidos que ganó, bajo tres técnicos diferentes, porque tenían a él de su lado. No es solamente un jugador que estuvo mucho tiempo en el club, ha sido, sin lugar a dudas, uno exitoso".
Extraído de The Telegraph.