La Galerna
·20 de janeiro de 2025
La Galerna
·20 de janeiro de 2025
Siempre habrá un pero para el madridismo vinagre. Últimamente he reflexionado sobre lo enorme, inabarcable, diverso y universal que es el madridismo. Tan universal que incluso caben antimadridistas en él. Florentino Pérez lo clavó en 2017: “Casi todo el mundo es del Madrid, solo que algunos aún no lo saben”.
Las reacciones de las redes sociales después de la (inexplicable) derrota en la Supercopa, corregidas y aumentadas después del agónico pase a cuartos en Copa del Rey frente al Celta dejan muestras de lo cerca que está un madridista vinagre de un antimadridista. Indistinguible desde media distancia.
En la distancia corta ya se hace más evidente: los vinagres (créditos para @pepegh7) inciden en Florentino y su tacañería con los fichajes y en la total ausencia de criterio de Ancelotti, su ignorancia absoluta sobre fútbol y la obsolescencia de sus planteamientos, incluso en días de victoria por aplastamiento como la del domingo frente a Las Palmas. Esto último es más acusado en quienes generacionalmente le miran como mirarían a su abuelo, sin entender del todo que la sabiduría se va licuando con la edad y con la experiencia.
A diferencia del madridista vinagre, el antimadridista pata negra, para sorpresa de cualquier persona con un IQ promedio, incide en los arbitrajes, en lo favorecido que está siendo el club al que el VAR le ha anulado 32 goles (el segundo es el vecino rojiblanco, con 17) y que ha vivido en estado de perplejidad desde la liga perdida en Tenerife en 1991, transido de un asombro inexplicable ante ligas perdidas a causa de sutiles criterios arbitrales sobre las manos en el área a favor y en contra, asistiendo a espectáculos inenarrables de cambio de criterio en función del rival y del escenario. Hay decenas de ejemplos que sería prolijo y doloroso recordar, muchos de ellos en el marco incomparable del viejo Camp Nou, hoy derruido para enterrar con él tanta ignominia.
Pero eso no desalienta al antimadridista.
El relato es que el Real Madrid es un club estado (por favor, véase el esclarecedor video de RMTV sobre el franquismo y el FCB: ¿Cuál es el equipo del régimen?).
El madridismo es tan universal que incluso caben antimadridistas en él
El antimadridismo atribuye al Real Madrid el control de los medios de comunicación. Sin embargo, los diarios deportivos de Madrid no pierden ocasión de ejercer una crítica negativa y editorializante sobre asuntos tan delicados como el racismo o sobre el carácter de un jugador (normalmente, señalando siempre al mismo jugador) y escatiman el elogio cuando no hay más que fútbol. De Sport y de Mundo Deportivo, panfletos delirantes y antiperiodísticos subvencionados por el FCB, no hablaré.
También se acusa al Real Madrid de la manipulación de las imágenes y de la influencia de la televisión del club. Aquí es mandatorio señalar que el propietario de Mediapro, a la sazón EDITOR (la palabra no es trivial) de las imágenes de LaLiga y del VAR, es también accionista de Orpheus Media, empresa fantasma cuyo único fin fue “comprar” activos de Barca Studios por 100 millones de dinero del Monopoly que ha servido para que el FCB pueda tener una plantilla competitiva pese a estar arruinado. No hay palabras para tratar de explicar qué puede tener en la mente una persona que ante semejantes evidencias insiste en que la televisión del Real Madrid influye en un trato arbitral favorable, cuando sus aguerridos profesionales evidencian semanal, y casi científicamente, la manipulación de las imágenes VAR (los frames) y exponen la torticera realización de las imágenes de Mediapro en las que sistemáticamente se ignoran lances relevantes para el resultado de los partidos.
También se le atribuye al Real Madrid el control del estamento arbitral. Durante los últimos días se ha señalado el vínculo familiar Carlos Megía Dávila, delegado del club, con la responsable del CTA femenino (su esposa) como pintoresca justificación de influencia. Qué decir, amigos: teorías conspiranoicas comparadas con facturas registradas en Hacienda por 8,4 millones de euros por “asesoría” al FCB y cobradas por el vicepresidente arbitral, “recomendaciones” a los árbitros por su jefe de contratar sesiones de coaching con Negreira Jr, numerosas declaraciones de directivos del FCB en la que presumen de su influencia en la RFEF, responsable del arbitraje; manifestaciones públicas del vicepresidente de la RFEF Joan Gaspart (siendo vicepresidente del FCB) en las que dijo que “perjudicaré deportivamente al Real Madrid hasta que me muera”; la implicación en la corrupción del arbitraje de todos los presidentes del FCB desde 2003…
Por último, se señala el madridismo de Javier Tebas, presidente de LaLiga y vicepresidente de la RFEF, como evidencia del favoritismo hacia el club blanco, obviando que el Real Madrid es el único club que ha denunciado, incluso judicialmente, todas las arbitrariedades cometidas por LaLiga, en especial las maniobras para vender décadas de derechos audiovisuales de los clubes a cambio de dinero rápido. Por cierto, eso mismo es lo que ha venido haciendo el FCB con ayuda de Tebas para no reconocer su catastrófica situación económica. El patrón es reconocible: pedirle dinero al futuro.
Lo he intentado, palabra, soy un usuario reciente de X, pero el pique sano con compañeros de trabajo, con amigos muy hooligans de equipos rivales, es incomparable con lo que se ve en las redes. He tratado de explicar, razonar, argumentar… he pasado por muchos estados de ánimo, desde la frustración a la perplejidad, pasando por la confusión. Tengo que confesar que en ocasiones me viene a la mente “La invasión de los ultracuerpos”, con un joven Donald Sutherland de protagonista. Están poseídos: siguen pareciendo personas normales, pero realmente están controlados por una inteligencia alienígena, que, en el caso de la película, es claramente superior a la humana.
Getty Images.