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La Galerna
·02 de março de 2025
La lluvia en Sevilla no es ninguna maravilla
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La Galerna
·02 de março de 2025
La lluvia en Sevilla es una pura maravilla, es la frase que Rex Harrison, como profesor de dicción, hacia repetir una y otra vez a la gran Audrey Hepburn en la maravillosa película My Fair Lady, de 1964, dirigida por George Cukor y ganadora de ocho Premios Óscar de Hollywood. Cabe señalar que en la versión original, antes de ser doblada, la frase en inglés era The rain in Spain falls mostly on the plain, frase que en su literalidad nos sirve menos para este texto, por lo que usaremos la versión doblada, con permiso de los puristas.
Efectivamente, la lluvia en Sevilla es una pura maravilla, y ayer cayó un chaparrón de órdago sobre la ciudad hispalense, tanto en el ambiente como en el terreno de juego. Ya tengo yo mala suerte, que cuando viene mi equipo a mi ciudad, caiga la que cayó. El Real Madrid naufragó entre la lluvia sevillana y ante el ímpetu, las ganas, la actitud y los atributos masculinos que le echaron los jugadores del Betis al partido. Todo después del espejismo de los primeros 20 minutos, en los que el Real Madrid se paseó por Heliópolis, marcó un gran gol en jugada combinativa, que se dice ahora, y pudo sentenciar el encuentro si no fuera porque, en ese momento, los blancos de naranja se pusieron a pensar en el martes, en el Bernabéu lleno y en el Atleti, porque otra razón no se me ocurre para tanto desatino.
El Betis nos pegó un baño de padre y muy señor mío y los nuestros no eran capaces de dar una a derechas, es más, veíamos a jugadores que controlan el balón como los ángeles a los que se les escapaba la bola en sus narices, cracks del esférico que hacen pases milimétricos que no atinaban a cinco metros e ídolos de masas que destrozan las porterías rivales que ayer, aunque les hubieran puesto delante el arco iris, no hubieran sido capaz de pegarla entre los tres palos. Parece como si las fechas carnavaleras se hubieran adueñado de los futbolistas blancos y se presentaron en el campo disfrazados de jugadores de regional.
El Betis nos ganó y nos ganó bien en el partido oficial nº 300 de Vinicius, que se convierte en el jugador nº 45 de la historia del Real Madrid en alcanzar dicha cifra. Sevilla nos bañó por partida doble y nos ganaron con autoridad, el equipo de Pellegrini, liderado por un Isco estelar, nos hizo comer el barro. Y el árbitro, pues nada, Hernández Hernández hizo algo de las suyas pero no se le puede achacar nada de lo que pasó en el césped. No hizo falta que saliera al rescate porque ya lo hizo solo el Madrid, pero no hay que olvidar, es más, hay que recordar a diario, que el Fútbol Club Barcelona estuvo pagando durante, al menos 17 años, 8,4 millones de euros, al menos, al vicepresidente del CTA para, en palabras propias, obtener "neutralidad" en los arbitrajes, que se compraron el sistema arbitral español y que el asunto esta en los tribunales de justicia, siendo el Real Madrid Club de Fútbol el único club que se ha personado en el procedimiento como acusación particular en calidad de perjudicado. El único. Que nadie se llame a engaño. El Barcelona y Negreira, Negreira y el Barcelona, no sólo perjudicaron al Real Madrid, perjudicaron a todos y cada uno de los clubes de primera y segunda división en aquella época (que se sepa) y todos, a excepción de los blancos, están mirando para otro lado, poniéndose de perfil y coadyuvando para que la corrupción federativa y arbitral subsista manteniendo a aquellos árbitros en la actualidad. Que no se olvide.
Lo único positivo de ayer es que los jugadores habrán aprendido la lección y sabrán que si quieren ganar la liga, aunque no nos dejen hacerlo los que ustedes y yo sabemos, hay luchar hasta la extenuación, hay que ir a los duelos como si fueran los últimos, hay que estar concentrados en el partido de turno y no en el que venga después. Ayer, en mi tierra, manda narices lo que voy a tener que aguantar hasta el martes, los jugadores, y solamente los jugadores, se desconectaron del partido, dejaron de competir y el rival les borró del mapa. Desde mi punto de vista, culpar al cuerpo técnico es absurdo, aunque ya sabemos que aquí ganan y pierden todos, que no lo olvido, porque por mucho que quisiera hacer Ancelotti, el equipo se descompuso después de marcar el gol y desapareció del encuentro. No hay excusas para nadie, pero menos para los futbolistas.
los jugadores habrán aprendido la lección, y sabrán que si quieren ganar la liga, aunque no nos dejen hacerlo los que ustedes y yo sabemos, hay luchar hasta la extenuación, hay que ir a los duelos como si fueran los últimos, hay que estar concentrados en el partido de turno y no en el que venga después
Nos queda el consuelo de que desde hoy al martes no queda nada, que las chanzas en la oficina, las fábricas y los colegios durarán un suspiro (el lunes no hay clase, menos mal para los chavales) y que hay que pensar en el partido importante, en el que nos va a dar la medida de la capacidad de este grupo para luchar por todo lo que queda este curso. Yo confío en ellos, porque soy madridista y no quiero pensar otra cosa. Lo de ayer no se debe repetir, hay que salir a morder el césped en Chamartín para doblegar a los vecinos de Canillejas. El martes de carnaval es la Copa de Europa y es otro cantar, estoy seguro de que los nuestros se disfrazarán de jugadores del Real Madrid y que el equipo se desfondará para darnos una alegría y encarrilar la eliminatoria, no me cabe duda alguna.
Y ahora les dejo con el cabreo por lo visto ayer a escasos kilómetros de mi casa y con la frase de mi amigo Javi, que anoche no estaba para gaitas del globo que cogió… Ser del Real Madrid es lo mejor que una persona puede ser en esta vida… ¡Hala Madrid!