Lo Celso nació para jugar en el Real Betis | OneFootball

“Me acuerdo y pienso en el tiempo que llevábamos sin vernos, dos niños pequeños, que lo sentían todo. Yo lo sigo sintiendo hoy por ti”. La canción Volverá de El Canto del Loco estaba escrita para el reencuentro entre el Real Betis y Giovani Lo Celso. El mediapunta argentino soñaba con regresar a la que fue su casa la temporada 2018-19, cuando se convirtió en líder, referente e ídolo verdiblanco. Después de dos mercados con intentos frustrados, el pasado verano, Lo Celso por fin volvió a Heliópolis. En su segunda etapa en el Benito Villamarín ya ha recuperado el trono como el motor creativo y emocional del equipo, encendiendo los sueños de una afición bética que ruge cada vez que tiene el balón en los pies.

Desde que volvió al sur de España, Lo Celso ha demostrado que no ha perdido la magia, liderando al equipo con la misma elegancia que le convirtió en el corazón del Betis hace seis años. Como si el destino le hubiera reservado un segundo acto, el mediapunta argentino ha regresado para demostrar que hay conexiones que ni el tiempo ni la distancia pueden romper. En la presente temporada, lleva ocho goles en 16 partidos -siete tantos en 13 partidos de La Liga-. Gio ha amarrado el timón del equipo y, antes de su percance en el aductor, que lo tendrá unas semanas apartado del césped, estaba siendo clave en aportación de goles y asistencias para desatascar al conjunto bético.

Formado en las categorías inferiores de Rosario Central, en 2016 llegó a Europa de la mano del Paris Saint-Germain. En el conjunto parisino jugó 54 partidos antes de mudarse por primera vez a Sevilla. En la capital andaluza se enamoró del Betis. Aquella temporada anotó nueve goles en La Liga, dos en Copa del Rey y cinco en Europa League. El Betis ejecutó la opción de compra, pero los deseos del jugador y la necesidad de vender hicieron que se fuera cedido al Tottenham. El 28 de enero de 2020, el club inglés hizo efectiva la compra del argentino. El 31 de enero del 2022 regresó al fútbol español, en este caso cedido al Villarreal. Lo Celso estuvo en tierras castellonenses también la temporada 22-23.

El pasado verano, el Betis pagó cinco millones al Tottenham para que el futbolista viviera una segunda etapa como verdiblanco. “Sabía que volver acá era la mejor opción, por el amor y el cariño que le tengo al club”, expresó Gio en su presentación como nuevo jugador bético. En la presente campaña se ha convertido en uno de los líderes del conjunto andaluz con siete goles y una asistencia en 13 partidos de Liga. El mediapunta se perdió mes y medio de competición por una lesión muscular en el recto anterior del muslo derecho con Argentina y, pese a ello, es el máximo goleador del conjunto. Ahora, antes de enfrentarse al Barça en octavos de la Copa del Rey, se ha vuelto a lesionar. Esta vez, sufre una lesión miofascial en el aductor largo izquierdo y no estará en Montjuïc.

Hay jugadores que están destinados a jugar en un club. Y Giovani Lo Celso nació por y para jugar en Heliópolis. Los datos hablan por sí mismos: mientras en el resto de equipos juntos anotó 20 goles en 228 partidos, en el Benito Villamarín ha marcado 24 en tan solo 61 encuentros. En su redebut como titular, Lo Celso no pudo tener mejor carta de presentación: doblete ante el Getafe para dar los tres puntos al Betis. El argentino anotó en los siguientes tres partidos, en la derrota por 1-2 en Mallorca, el empate a uno ante Las Palmas y la victoria por la mínima contra el Espanyol.

En el Betis se ha encontrado con Isco. La grada del Villamarín tuvo que esperar hasta el 7 de diciembre para ver a los dos magos del balón juntos. El empate a dos ante el Barça fue el primer día en el que la afición bética pudo disfrutar de ambos. Además, el mediapunta argentino anotó uno de los dos goles desde el punto de penalti. Manuel Pellegrini no tenía dudas: “Dos buenos jugadores siempre pueden jugar juntos”. Y es que Lo Celso e Isco bailan en el césped como si escucharan Besos de El Canto del Loco: elegantes, impredecibles y con la chispa de jugar por placer. Están volviendo a disfrutar del fútbol. Cada combinación, cada cambio de orientación, cada pase al hueco, es un instante de poesía que eleva el fútbol a categoría de arte en la Avenida de la Palmera.

La vuelta de Giovani Lo Celso al Villamarín nos recuerda que todo el mundo regresa donde fue feliz. El argentino volvió a un hogar que nunca dejó de esperarle, y la afición lo recibió con los brazos abiertos. Lo Celso y el Betis están hechos el uno para el otro. El mediapunta no solo ha recuperado su mejor versión, también ha sacudido el corazón de los béticos regalando destellos de su calidad en cada jugada. Ha demostrado que hay amores que no conocen el final, que desafían el paso del tiempo y vuelven con más fuerza cuando se retoman. Esta noche no podrá jugar en Montjuïc contra el Barça y ayudar a los verdiblancos en el sueño de seguir vivos en la Copa del Rey, pero mientras él vista de verdiblanco, el Betis bailará al son de un  genio. Gio Lo Celso nació para jugar en el Real Betis.

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Fotografía de Getty Images.