¡Todavía tenemos patria! Chile goleó a Venezuela y sigue soñando | OneFootball

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·20 de novembro de 2024

¡Todavía tenemos patria! Chile goleó a Venezuela y sigue soñando

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Chile tuvo la gran virtud de poder dar vuelta dos veces un marcador adverso y terminamos por fin ganando un partido en estas clasificatorias. Hace rato no celebrábamos y esta vez llegó en el momento preciso con Cepeda como la gran figura.

Para muchos este era un partido bisagra, de esos duelos que marcan un antes y un después y que en el caso de Chile era de vida y muerte porque una derrota ante Venezuela era ya sepultar prácticamente cualquier intención de La Roja de llegar siquiera al repechaje para el Mundial. Y vaya que pasamos susto y rabias, porque Venezuela no la hizo fácil, tal como se esperaba, mal que mal los caribeños también veían este partido como un partido clave, que afortunadamente, al final fue para Chile que goleó por 4 a 2 y sumó 3 puntos que le dan aire y lo mantiene vivo en estas clasificatorias.

El primer tiempo tuvo de todo y mostró todas las facetas de Chile, desde sus graves errores defensivos hasta sus aciertos en ofensiva que permitieron dar vuelta un marcador que estuvo dos veces de manera adversa para los rojos.


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Chile comenzó como se esperaba, jugando con propiedad y posesión pero careciendo como es su costumbre de profundidad, especialmente porque en el mediocampo sigue sin contar con el hombre diferente que marque ese pase final que habilite a los delanteros con algo de espacio. Así, el juego de Chile se hace bien predecible, mucha rotación de balón que termina con los volantes sacando un centro que por lo general no tienen buen destino.

Y eso va produciendo el caos que siempre es bien aprovechado pro el rival, tal como lo hizo Venezuela, porque bastó con que Yeferson Soteldo tuviera un poco de espacio para que dejara en el camino a un par de chilenos y lograra combinar con Jefferson Savarino que sin mucha oposición de una ingenua defensa chilena que en vez de atosigar se dio vuelta y se quedó estática, le permitió al venezolano sacar un zapatazo que se metió al fondo del arco de Cortés.

Un balde agua fría que esta vez al menos no duró mucho porque solo siete minutos después un centro le quedó a Eduardo Vargas que entrando por la derecha sin marca sacó un remate cruzado y se metió en un rincón del arco visitante, anotando un empate que parecía lejano, pero que le devolvía el aíre al cuadro nacional que ya comenzaba a transpirar frío.

Sin embargo, ese gol no fue el aliciente suficiente para que La Roja se adueñara del partido, porque Venezuela nuevamente pegó un mazazo, esta vez aprovechando otra vez un regalo de la defensa chilena, esta vez de Paulo Díaz que le entregó la pelo con un mal despeja a Rubén Ramírez y el venezolano aprovechó el regalo con una linda derecha que metió el balón por segunda vez en el arco nacional.

Otra vez a sufrir y a remar en contra, pero de nuevo, Chile volvió rápido a la pelea y esta vez con una aparición de Gabriel Suazo que se encaramó por la izquierda y con algo de suerte anotó el gol del empate, porque si bien quiso mandar un tiro arrastrado al centro del área venezolana, un central caribeño puso su pie que cambió la trayectoria del balón y mandó la redonda al fondo de las mallas del cuadro vinotinto.

De ahí en adelante, Chile se soltó y comenzó a dominar las acciones y carga el juego a suelo visitante, y hubo un elemento que fue clave el cambio que tuvieron los delanteros, dejando a Lucas Cepeda por al derecha, con pie cambiado lo que fue un puzzle insoluble para la defensa venezolana. Y así fue como el porteño comenzó a marcar diferencia y a construir su noche soñada vistiendo La Roja, primero al marcar el 3 a 2 con un hermoso remate de distancia con mucho efecto que se metió en un lugar inatajable. Cepeda tuvo además la virtud de saber aprovechar la pasada por su espalda de Echeverría lo que desconfiguró a la defensa caribeña, lo que le permitió al ex wanderino tener espacio para sacar un gran remate, que le permitió a Chile irse al descanso ganador por 3 a 2 con la tranquilidad de haber dado vuelta el marcador.

CHILE LIQUIDÓ TEMPRANO GRACIAS A CEPEDA

En la segunda etapa, todo podía pasar, por eso era muy importante lo que pasara en los primeros minutos y afortunadamente, La Roja contó con Lucas Cepeda, que jugó un gran partido y fue clave en marcar las diferencias en los momentos claves del partido, porque apenas a los 47 minutos, el ahora volante colocolino tomó la diagonal de izquierda a derecha y le pegó un remate desde la entrada del área que dejó parado al arquero Romo, marcando su doblete y el 4 a 2 que le dio mucha tranquilidad a la selección chilena para el resto del compromiso.

Y así no más fue, porque el resto del compromiso tuvo poca acción, con Chile ya más tranquilo y manejando el juego de manera calmada sin sobre exigirse y por su parte Venezuela con muy poco que aportar y sin hacer mucho ruido en el arco de Cortés. Eso le permitió incluso a Gareca hacer varios cambios entre los que destacó que por fin vimos debutar a Luciano Cabral con la camiseta de La Roja y el nuevo «10» lo hizo a lo grande, mostrando destellos de su técnica y clase e incluso casi se matriculó con un gol, sin embargo el VAR le privó de esa felicidad por que le anularon la anotación por una milimétrica posición de adelanto.

Al final, un 4 a 2 que dejó una sonrisa que hace tiempo no teníamos, con algunas actuaciones que estuvieron al nivel que uno espera en una selección y si bien no faltaran los que dirán que solo se le ganó a Venezuela, es la misma que venía de ganar a Brasil y que para ser muy justos, hoy también tuvo una buen parte del primer tiempo del primer tiempo por las cuerdas a la selección nacional chilena.

Se sumó de tres cuando hoy era obligación y eso ya es fundamental, se ganó de bien y se goleó cosa que hace rato que no pasaba y como si fuera poco se sube en la tabal quedando en una posición expectante mirando con lujuria como está a un pasito más allá la codiciada posición del repechaje, esa que hoy tanto nos quita el sueño u que hasta ahora ni nos miraba y ahora al menos nos guiña un ojo.

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