Parce, lo de Chaverra con el DIM es bestial en el campeonato | OneFootball

¡Volvió el que no debía haberse ido nunca, parce! Francisco Chaverra regresó al ruedo luego de esa suspensión por la roja en el clásico… y qué forma de volver, hermano. Volvió encendido, con hambre de gloria y con ganas de hacer historia con la roja del alma. El pelado no vino a cumplir, vino a romperla toda y a dejar claro por qué es uno de los más queridos por la hinchada poderosa.

El partido contra el Pereira pintaba duro, pero Chaverra tenía otros planes, mi llave. Desde que pisó la cancha se notó que estaba enchufado. Se movía como un rayo por la banda izquierda, tirando gambetas, metiendo miedo, y dejando regados a los defensas como si fueran conos de entrenamiento. Se notaba que la Chaverrinha estaba recargada, más viva que nunca.

Y llegó la primera joya, parce. Un pase quirúrgico, de esos que valen oro, para dejar al socio de frente al arco. ¡Pase gol papá! Así se empieza a construir un triunfo: con visión, con talento, y con esa magia que solo Francisco le mete al juego. El man tiene el mapa de la cancha tatuado en la mente.

Foto tomada del DIM Oficial

Pero esperá, que eso no fue todo. Guardate una emoción para esto: de pelota quieta, ¡se inventó un golazo que fue un poema! La clavó como los grandes, como los ídolos. El balón hizo la curva perfecta, como si supiera que tenía que besar la red. El arquero solo voló por protocolo, porque esa bola iba para adentro desde que salió del botín del crack.

Con ese golazo, Chaverra no solo nos regaló una postal inolvidable, también se montó en la cima de la tabla de goleadores del DIM en este torneo. Cinco pepas que llevan su firma, cinco gritos de gol que llevan su sello. El parcero se convirtió en el goleador del equipo, y eso no es casualidad… ¡eso es talento y compromiso!

El Poderoso ganó, se impuso, y quedó virtualmente clasificado a los cuadrangulares, parce. Ya olemos las finales, ya se siente la ilusión, y gran parte de eso se lo debemos a este jugador que no se esconde, que responde cuando más se necesita. Chaverra volvió por la puerta grande, como lo hacen los que tienen sangre poderosa en las venas.

Así que ya sabés, hermano. Si alguien dudaba de quién es el creador de la Chaverrinha, que mire este partido y se acomode bien, porque Francisco está escribiendo su nombre en la historia del Medellín con goles, magia y corazón. ¡Vamos DIM, que esto apenas empieza!