FutbolPremium.com
·2 Februari 2025
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La derrota del Real Madrid ante el Espanyol en Cornellá (1-0) dejó varios nombres señalados, y uno de ellos fue el de Aurélien Tchouaméni. El centrocampista francés, reconvertido en central por Carlo Ancelotti, volvió a mostrar carencias en esa posición, reabriendo el debate sobre su ubicación ideal en el terreno de juego.
Tchouaméni, un futbolista con grandes cualidades para el centro del campo, como su capacidad para recuperar balones, su visión de juego y su despliegue físico, se ve superado cuando tiene que jugar como central. Su lentitud y falta de experiencia en la zaga le impiden responder con eficacia ante los ataques rivales, especialmente en situaciones de contraataque donde sufre para replegar y defender a campo abierto.
En el partido contra el Espanyol, Tchouaméni quedó en evidencia en varias ocasiones, siendo incapaz de frenar las internadas de los delanteros rivales. Sus errores a la hora de cortar balones largos y su dificultad para mantener la posición le costaron caro al Real Madrid, que vio cómo el Espanyol generaba peligro una y otra vez.
La situación llegó a tal punto que incluso su compañero Asensio tuvo que corregirle en varias ocasiones su colocación en el campo, tratando de reconvertirlo de central a centrocampista improvisado. Una imagen que refleja la falta de adaptación de Tchouaméni a la posición de central y la preocupación que genera su desempeño en esa zona del campo.
A pesar de las críticas y las dudas que genera su rendimiento como central, todo indica que Ancelotti seguirá apostando por Tchouaméni en esa posición, especialmente tras la lesión de Rüdiger, que estará de baja entre dos y tres semanas. Esta situación obliga al técnico italiano a seguir utilizando al francés como parche en la defensa, a pesar de que no es su puesto natural y de que sufre para cumplir con las exigencias de la posición.
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