En un partidazo, Atlético Tucumán le ganó a Huracán y le frustró el acceso a la punta | OneFootball

Atlético Tucumán venció a Huracán 4-2, en el estadio Monumental José Fierro, por la vigésimotercera fecha del Torneo 2024 de la Liga Profesional. De esta manera, Vélez Sarsfield -que jugará el miércoles ante Lanús, en Liniers- sigue siendo el único puntero, con 43 puntos y Huracán se queda con 42.

El conjunto tucumano fue superior en el primer tiempo, presionando alto, teniendo el control y no dejando armarse a un descolorido Huracán. Y así se puso 2 a 0 arriba, con un derechazo seco de Marcelo Estigarribia, entrando al área de frente, a los 13 minutos, y con un toque sutil de Renzo Tesuri, causándole un desvío a un disparo de Moisés Brandan desde afuera del área, a los 19 minutos.

En ese lapso favorable al equipo de Facundo Sava, el Globo descontó con un muy buena definición de Rodrigo Cabral, tras un pase en cortada perfecto de Walter Mazzantti, cruzando un disparo bajo ante la salida de Tomás Durso, a los 30 minutos.

Antes de finalizar ese primer tiempo se produjo la polémica de la noche. Guillermo Burdisso empujó a Néstor Breitenbruch, en el área de Atlético Tucumán, y al caer la pelota le pegó en el brazo al defensor local. El árbitro Andrés Merlos -otra vez en una mala actuación- cobró la falta, como correspondía, y no el penal que le reclamaron los visitantes.

Cambió la situación en el segundo tiempo. Atlético Tucumán perdió el rumbo y cayó en la intrascendencia y creció Huracán. Empezó a llegar con peligro y con la determinación que le faltó en la etapa inicial. Un cabezazo peligroso de Mazzantti fue atajado por Durso, Huracán se venía.

Y ese empate se convirtió en realidad con un golazo de tiro libre de Williams Alarcón, quien no fue a la Selección de Chile a jugar las eliminatorias por una supuesta lesión, clavando la pelota en un ángulo, a los 27 minutos. Parecía que Huracán, que derrochaba energías y decisión para atacar, lograría darlo vuelta y llevarse un triunfazo.

Pero el futbol suele ofrecer sorpresas. Y en este caso las festejó Atlético Tucumán. Ingresó Luis Pulga Rodríguez y como suele suceder el veterano y desequilibrante delantero dejó su marca. A los 44 minutos armó, con calidad e inteligencia, una jugada con la participación de Guillermo Acosta que culminó con el cabezazo goleador de Tomás Castro Ponce.

Y dos minutos después, fue el propio Luis Rodríguez el definidor, con un exquisito remate cruzado, desde la derecha, al segundo palo. Para que los locales explotasen de alegría y para que los visitantes viesen pasar de largo la chance de treparse, aunque sea temporariamente, a la punta.